Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mt 22,37-40)
Latidos que escuchan el dolor y son solidarios con los demás, que son capaces de salir de sí mismos para darse por entero.
Solidaridad en nuestro mundo, en nuestro entorno más cercano y en el más lejano.
Hacen falta personas solidarias y altruistas.