Tú sabes lo que debes hacer para crear la vida que deseas crear. La cuestión es, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo vivir con la disciplina suficiente como para evitar las tentaciones y generar así resultados creativos y positivos? Hay cosas que sabes que sería mejor evitar, y sin embargo las haces de todas maneras. Hay otro conjunto de cosas que sabes que deberías hacer, y sin embargo a menudo las postergas. ¿Por qué?
Parecería existir un conflicto entre las conveniencias inmediatas y la concreción de tus más elevadas potencialidades. Vives bajo el supuesto de que unas deben sacrificarse por las otras. ¿Qué pasaría si ese supuesto estuviese equivocado? ¿Qué tal si ese supuesto fuese sólo producto de tu imaginación?
Imagina por un momento cómo sería si en realidad pudieses disfrutar en este presente, de la construcción de tu futuro. Supón por un instante que, a medida que los vas asumiendo, la disciplina, el esfuerzo y la concentración pudiesen resultar realmente placenteros y hasta refrescantes. El aparente conflicto entre lo que querrías hacer en el presente y aquello que querrías llegar a conseguir, está basado absolutamente en tu propia opinión.
Tú tienes la capacidad de decidir qué puede disfrutarse y qué no. Decide disfrutar las acciones y actitudes que harán realidad la concreción de tu más preciado potencial. Dirígete allí donde realmente quieres ir, y disfruta de cada uno de los instantes del trayecto.